La empresa notificó a los trabajadores que se comenzaría a desvincular al personal, considerando que los frentes de acción del yacimiento son cada vez más reducidos.
Crítica es la situación para los trabajadores de Mina Invierno, yacimiento de carbón ubicado en la zona de Magallanes, que presentó en febrero un recurso de reclamación en contra de la decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental regional que calificó desfavorablemente el uso de tronaduras en la faena de extracción del mineral.
A siete meses de ese trámite, la empresa aún no ha recibido respuesta por parte del director nacional del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), en circunstancias de que se esperaba una resolución definitiva en agosto.
Sin embargo, la faena -donde participan en partes iguales las familias Angelini y Von Appen- corre contra el tiempo, ya que según anunció, de no conseguir los permisos ambientales para utilizar las tronaduras, no sería rentable seguir adelante con la iniciativa.
Tanto así que hace unos días, en reunión con los trabajadores, la administración adelantó que de no existir novedades en las próximas semanas respecto del requerimiento presentado ante el SEA, comenzarán las desvinculaciones de parte de los 1.200 funcionarios de la minera.
“En reuniones con la gerencia general se nos indicó que si en dos meses no hubiera una aprobación, comenzarían las desvinculaciones de la empresa, por eso es la urgencia y presión del tema. Nosotros pusimos la próxima semana como plazo para saber si habrá una solución real”, indica el presidente del sindicato PSM1 de Mina Invierno, Jorge Espinoza.
El representante de los trabajadores apunta a que los sectores en los que se está trabajando son cada vez más acotados, producto de la dureza de la roca, lo que hace más urgente la utilización de las tronaduras para continuar con la explotación.
“Estamos preocupados por ese tema, los equipos no están rindiendo al 100% y en dos meses avanzaríamos hacia otro sector donde no se justificaría el personal que hay ahora, eso lo podemos verificar nosotros en terreno”, agrega Espinoza.
El dirigente señala que en las últimas semanas han sostenido reuniones con distintas autoridades de gobierno, siendo la última con la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, el jueves 13. En la ocasión se advirtió a la autoridad que si no existía una resolución en los siguientes 15 días, comenzarían las manifestaciones por parte de los operarios.
“Nuestra conclusión de esa reunión es que se dio urgencia nacional al estudio del proyecto y que pasó a ser prioritario, por lo que la próxima semana debiese ser clave para el proyecto”, remata Espinoza.
Negociación y contratistas
Pero existen otros dos frentes: uno es la negociación reglada fijada para noviembre de este año, la que preocupa a los trabajadores, porque su éxito dependerá exclusivamente del devenir en la explotación del yacimiento.
El otro tema tiene que ver con las empresas contratistas, que se han visto afectadas con el problema de que la empresa no ha podido renovar los contratos. Esto último debido a la incertidumbre que existe respecto del futuro de la operación.
“Hay puestos de trabajo que se deberían ir abriendo, pero esto no se ha podido porque no está listo el tema de las tronaduras y las empresas se encuentran a la espera de que Mina Invierno pueda firmar los contratos para realizar las inversiones”, asegura Mario Sánchez, representante de los contratistas de la faena extractiva.
UNA DURA REALIDAD TENDRÍA QUE ENFRENTAR LA POBLACIÓN DE MAGALLANES EN CASO DEL CIERRE DE MINA INVIERNO, DEBIDO A QUE LOS MÁS DE 1.200 TRABAJADORES NO CONTARÍAN CON MAYOR OPCIÓN PARA RECONVERTIRSE EN OTRAS FUNCIONES.
7 meses se cumplirán desde que los titulares de Mina Invierno presentaron un recurso de reclamación ante el director nacional del SEA.
US$ 13,2 millones fueron las utilidades de la carbonera en 2017, que se compara con una pérdida de US$ 8,8 millones de 2016.