Un estudio realizado por investigadores nacionales cuantificó altos volúmenes del elemento en la Patagonia. El análisis también advierte que, tras un terremoto, la liberación de este gas podría magnificar los efectos de un maremoto.
En mayo del año pasado y después de casi dos décadas de investigación, China extrajo -por primera vez- muestras de hidratos de metano desde el mar. El hecho fue considerado un logro, pues se cree que este elemento -también llamado hielo combustible- tiene el potencial de convertirse en una fuente de energía clave para suplir las necesidades energéticas del futuro.
Según el Servicio Geológico Británico, hay más energía en hidratos de metanos que en todo el petróleo, carbón y gas del mundo sumados.
Yacimientos como el explotado en China también existen en Chile y se encuentran desde la Región de Valparaíso hasta el extremo sur del país, según han revelado pesquisas científicas.
Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Andrés Bello (UNAB) de Viña del Mar buscó cuantificar esa presencia de hidratos de metano a lo largo del margen continental chileno. Uno de los resultados más relevantes arrojó que en la Patagonia, mar adentro, existiría uno de los yacimientos de metano de más alta concentración a nivel mundial.
Los investigadores cuantificaron 570 millones de metros cúbicos de gas metano en un área de 1 km {+2} , más de lo encontrado en la cuenca Ulleung, en el Mar de Japón -la zona de más alta concentración identificada hasta ahora-, donde se han cuantificado 550 millones de metros cúbicos del elemento en una superficie de igual medida.
Cuando los científicos de la UNAB estimaron el volumen en el área total de la Patagonia (53.000 km {+2} ), los resultados arrojaron 30 trillones de metros cúbicos de gas metano.
Según lo explica Lucía Villar, autora principal del trabajo, ese volumen equivale a seis veces la cantidad de metano presente en la atmósfera, por lo que el estudio propone el lugar como una zona concentrada de hidratos de metano.
Los hallazgos fueron publicados este mes en la revista Marine and Petroleum Geology.
Riesgo geológico
“El país se hace más rico cuanto más sabe de él”, opina Ximena Pietro, académica de la Escuela de Geología de la Universidad Mayor. “Estos estudios son relevantes porque nuestro territorio tiene una de las más extensas plataformas marinas del mundo; sin embargo, se han realizado pocos trabajos de investigación científica sobre la naturaleza de su sustrato”.
Y este nuevo estudio indica que los resultados podrían tener una repercusión en las costas chilenas. Ante un eventual terremoto, según explica Villar, la liberación de este gas podría magnificar los efectos de un tsunami . “Los hidratos alojados en los sedimentos marinos se desestabilizan y esto permitiría el escape del gas hacia el océano y la atmósfera. Esto, a su vez, generaría deslizamientos que podrían magnificar los efectos del tsuna mi”, explica la investigadora.
Para Rodrigo Fernández, doctor en geología y académico de la Universidad de Chile, los resultados son un llamado de alerta. “Esto nos dice que tenemos miles de kilómetros de costa donde existe un gran potencial que estamos desaprovechando, pero que también tiene riesgos que no han sido debidamente estudiados porque no tenemos la tecnología”, advierte. “Esperemos que el nuevo ministerio de ciencia pueda poner atención a estas áreas”.
Para Christian Salazar, geólogo y académico de la Universidad del Desarrollo, es también una oportunidad de evolución social y económica. “Estos estudios son un aporte para aumentar el conocimiento de temáticas vinculadas a energía. Ahora sabemos que hay una concentración potencial que se debe seguir estudiando para su viabilidad en términos económicos”, opina.
Impacto ambiental
La investigación también cuantificó concentraciones de en tres zonas de interés de este recurso: río Itata y Arauco, donde el volumen de hidrato de metano fue el 15% del volumen total de roca; Valdivia y Chiloé, donde los valores bordean el 20%, y mar adentro, en Coyhaique y la Patagonia chilena, variaron entre 8% y 20%.
“Es importante recalcar que zonas prometedoras (en términos de extracción) son aquellas con valores iguales o superiores al 10%”, indica Iván Vargas-Cordero, académico de la UNAB y coautor del estudio.
Sin embargo, concuerdan los académicos, es probable que haya consecuencias para el medio ambiente si las reservas fueran explotadas. Aunque el hidrato de metano puede ser más limpio que el carbón o el petróleo, sigue siendo un hidrocarburo, y quemar metano produce CO {-2} , lo que está relacionado con el calentamiento global.
“Por un lado, tenemos poco conocimiento de lo que podría suceder si el metano se escapa al intentar extraerlo, como, por ejemplo, qué pasaría con los organismos que viven en el mar. Por otra parte, al ser un potente gas invernadero, las repercusiones climáticas son un factor a considerar en los estudios sobre el calentamiento global. Aún sabemos poco de las consecuencias como para arriesgarnos”, comenta Lucía Villar, investigadora principal.
Rodrigo Fernández, de la U. de Chile, cree que lo más importante es continuar investigando. “Si nos enmarcamos entre los esfuerzos mundiales para reducir el efecto invernadero, Chile tendría la responsabilidad de facilitar estudios que puedan medir los riesgos en estas zonas de hallazgos”, puntualiza el académico.