Un día como hoy, hace 10 años, Chile era protagonista de uno de los accidentes en minería de mayor connotación e impacto mundial con el derrumbe que sepultó a 33 mineros en la vieja mina San José ubicada en la región de Atacama.
A diecisiete días de ocurrida la tragedia que mantuvo en una gran incertidumbre a sus familias, autoridades, rescatistas y comunidad nacional e internacional, se confirmó que estaban vivos y tras más de dos meses a 600 metros bajo tierra fueron rescatados, frente a la expectación de todas y todos los chilenos que para ese momento también había concentrado la atención mediática de todas las redes comunicacionales del mundo.
De esta forma, se constituía en el rescate más exitoso en la historia, en el que el ascenso se realizó a través de una cámara especialmente acondicionada para sacarlos de las entrañas de la tierra con vida, transformándolo en un evento de carácter mundial, con más de 1.000 millones de personas viendo el rescate de los 33. Los mineros rescatados de la mina San José tienen el Record Guinness para “el mayor tiempo atrapados bajo tierra”.
El gobierno del Presidente Sebastián Piñera ostentó con este logro histórico atribuible a su gestión, en el cual se buscó hasta el asesoramiento de la NASA, se utilizaron las perforadoras más potentes, la tecnología más poderosa del siglo XXI y la psicología más avanzada en situaciones de aislamiento extremo, con el fin de mantener con vida a los mineros mientras se elaboraba el plan para sacarlos.
Pero detrás de un accidente de esta envergadura y pese a la presión mediática por buscar responsables, la investigación penal fue cerrada en agosto de 2013 sin realizar imputaciones contra ninguna persona. En 2017 aún estaba pendiente un juicio de los mineros y sus familiares, por responsabilidad civil contra el gobierno chileno.
No fue hasta 8 años más tarde, en agosto del 2018 que los mineros ganaran el juicio contra el Estado de Chile, cuyo fallo dio como responsable del derrumbe a este. Y al igual que esta larga espera, la ratificación del convenio 176 de la OIT que daría mayores garantías en la protección de la salud y seguridad en faenas mineras, sigue siendo un tema pendiente.
Por esto es que la exigencia de las organizaciones de trabajadores del sector, unidas en una supra sindical, Coordinadora de trabajadores de la Minería, CTMIN, no se han detenido y no han escatimado en esfuerzos para que este gobierno se haga cargo de su compromiso con la salud y seguridad en la minería nacional y así no seguir aumentando la lamentable cifra de más de 550 compañeros fallecidos en accidentes mineros desde el 2000 y 229 desde el 2010 a la fecha.
Finalmente cabe resaltar, que pese a toda esta gigantesca maniobra que tuvo un costo de 29 millones de USD, que dejó al desnudo las precarias condiciones de seguridad en este yacimiento de Caldera, a 10 años de su ocurrencia, nos demuestra que nuestras autoridades del sector minero no han aprendido nada y el compromiso declarado por el presidente Sebastián Piñera, en una entrevista en la BBC de Londres posterior al rescate, con la ratificación del Convenio 176 de la OIT, es una promesa más sin cumplir!!!.
Proteger la vida y seguridad de las y los mineros es un deber y una deuda del Estado de Chile!!
Por: Leslie Donoso G.
Área de Comunicaciones
Federación Minera de Chile
