Una parte de nuestra historia que no podemos olvidar, obreros y sus familias por solo exigir mejores condiciones laborales, reciben la más cruel y despiadada respuesta de la patronal salitrera, la matanza de hombres, mujeres, niñas y niños, que incluso se desconoce con claridad la cantidad de fallecidos.
La Historia dice así…
El Ministro del Interior Rafael Sotomayor ordenó restringir las libertades de reunión e impedir por cualquier medio de arribo de nuevos huelguistas a Iquique y el Intendente Carlos Eastman decretó restricciones a la libertad de tránsito y ordenó a los huelguistas a abandonar la ciudad el 21 de diciembre, amenazando con aplicar la fuerza si era necesario. Para entonces, el puerto ya se hallaba resguardado por una numerosa tropa de línea y tres buques de guerra.
Ante la negativa de los huelguistas a desalojar la escuela Santa María, en donde permanecían desde hacía una semana, el 21 de diciembre el general Roberto Silva Renard ordenó a sus tropas hacer fuego en contra de la multitud. Según testigos, más de 200 cadáveres quedaron tendidos en la plaza Montt y entre 200 y 400 heridos fueron trasladados a hospitales, de los cuales más de 90 murieron esa noche.
Una muestra más del actuar represor del Estado de Chile en contra de la clase trabajadora que marcó nuestro pasado y que hoy recordamos y sentimos aún más latente debido a los últimos acontecimientos vividos con el estallido social. No podemos permitir que en la lucha por que se garanticen los derechos sociales, con equidad y dignidad para todos y todas, mueran más chilenos y chilenas. Depende de cada una y uno de nosotros abolir la explotación laboral en cualquier sentido y seguir en el camino de la búsqueda del Chile que queremos justo y digno para todos y todas.
Área de Comunicaciones
Sindicato de Trabajadores Collahuasi